Abrieron todos el ordenador, a la misma hora. Se conectaban a una plataforma que los llevaba a un mundo virtual pero humano donde los esperaba su estimado profesor. La profesora que todos los días los provoca con sus juegos y los enreda con los verbos irregulares. A las 10 de la mañana o las 8 de la noche, eso no importa. Lo importante es continuar con la enseñanza lo más personalizada posible. Les preguntaron cuando ya abrieron los micros cómo se sentían y las voces lejanas decían los mismo
Los corrillos de los amigos, los cuchicheos pensando cómo saldrá todo. Las semanas previas casi con las maletas preparadas. Algún trabajillo para sacarse unos euros y tener provisiones para el viaje, quizá para algunos el primero. Las compras de última hora. Erasmus, viajes de intercambio, estancias de turismo idiomático. Todo se desvaneció como un soplo en unos segundos. Ilusiones rotas, planes truncados, rabia, llanto, tantas cosas que han pasado en estos últimos meses de este extraño 2020 que han hecho que nuestras vidas den la vuelta y la de esos estudiantes se quedaran sin su deseo.
¿Cuántos han permanecido sin poder salir de sus países para venir a España a estudiar español?
Seguramente muchos, demasiados. Un número tan grande como la frustración que les produjo. Y así nos lo contaban.
En Aprende y Más no hemos podido curar todas esas heridas. Pero nos adaptamos con gran rapidez a la nueva realidad, a la necesidad de dar servicio como escuela a nuestros alumnos.

Bendita tecnología
En los últimos años mucho han cambiado las relaciones humanas y el mundo de la comunicación. Las redes sociales llegan a todos lados y las conexiones a internet también. Ambas han sido nuestras aliadas para poder dar un servicio personalizado, humano y de calidad. Nuestros alumnos, estuvieran donde estuvieran se han sentido como en clase. Encendían sus ordenadores, tablets o el dispositivo que fuera y darle a la tecla de participación era lo mismo que abrir el paño de la puerta cuando llegan al aula. Sólo que ya estaban sentados al entrar. Y, todos, profesores y alumnos trabajaban virtual pero humanamente. Es decir, no trabajaba cada uno de manera individualizada con la plataforma que te da el servicio, sino que todos se veían y oían los unos a los otros. Escuchar la voz del profesor, sus inflexiones, verlo de pie escribiendo en la pizarra, o sentado compartiendo un archivo era tan idéntico a como lo hacen en sus aulas, que si no hubiera sido porque no podían compartir el boli o pasarse un folio, habrían creído que estaban juntos.
¿Enseñanza digitalizada? Sí. Cuando se necesite o se quiera, pero enseñanza humanizada, con el profesorado como guía. Te encuentres en el portal de al lado, en la misma ciudad o a miles de kilómetros de distancia. Enciendes, te sitúas, coges el material y a disfrutar. ¡Aprende y Más te da lo que necesitas para aprender español!
Merce Carrió