Se acercan unas fechas que a ninguno nos dejan indiferentes. Muchos las celebran con alegría, otros las odian, otros se quedan con alguna cosilla que les hace emocionarse y poco más. Algunos las esperan con anhelo para poder juntarse con los seres queridos, lejanos o no, para recordar, regalar, soñar. Incluso algunos desearían tener a los cercanos o a los lejanos en la mesa de la casa del vecino, para no verse ni las caras. Así somos las personas, variopintas, con montones de lados y aristas. Y así son las costumbres que generamos y nos definen. ¿Creéis que son iguales en todo el mundo? Por el contrario, los Reyes Magos, ¿son conocidos fuera de aquí? ¿Vienen de oriente y no pasan por ningún otro país, o sí? En fin, las tradiciones navideñas son tan diferentes de unos lugares a otros que bien merecen un artículo.

Fiestas navideñas en España

En España somos muy tendentes a juntarnos entornos a las mesas de las diferentes familias. Las de mamá, papá, la casa de los abuelos, los tíos. Los días 24 y 25 solemos pasarlos siempre con familia y, hasta hace muy poco tiempo, en casa de alguno de sus miembros. Pero desde unos años atrás, la posibilidad de salir a disfrutar de una comida preparada y servida se ha extendido y cada vez más salimos a comer fuera de casa. Hay lugares de este país donde se sale de copas y de fiesta incluso la noche del 24, Nochebuena. Los católicos practicantes celebran el nacimiento de Jesús, motivo real que conmemora la Navidad con la misa del Gallo.

Por el contrario, el día 31, tradicionalmente un día de más diversión y alegría porque es el umbral a la entrada de año nuevo, la gente se reúne más a cenar y divertirse con los amigos que con los familiares. Aunque también los hay que cenan juntos. Y en esa noche mágica está una de las tradiciones más típica, arraigada y diferente que nos define y nos hace únicos. Comer doce uvas con las doce campanadas de Nochevieja a la vez que suenan en las televisiones, campanarios, radios, etc…para despedir así un año y darle la entrada a otro que siempre suspiramos porque sea mejor.

Desgraciadamente, en este fatídico 2020, seguro que no habrá quien no desee que así sea. Esta costumbre es tan sólo un hábito español. No hay lugar en Europa que lo celebre así.

Al igual que nuestros Reyes Magos. La versión más bonita y entrañable que nosotros conocemos de emoción, magia, ilusión, deseo que se le puede regalar a los más pequeños, algo que los marcará de por vida y que repetirán con sus descendientes, aquellos que los tengan. Vienen de oriente, y siguen una estrella que siempre desciende en España, ningún otro país del Mediterráneo o del sur de Europa tiene a los Reyes como sus magos generosos y benéficos. Todo el resto del planeta, al menos del mundo occidental, habla de Papá Noel o Santa Claus, un viejo gordo y barbudo que cargado con un saco llega a las casas de los infantes y los colma de regalos. Pero Melchor, Gaspar y Baltasar siempre serán los nuestros y, para nosotros, los mejores. Sólo tiene un defecto, llegan tarde. Sí, porque al día siguiente los niños ya van al cole y no juegan tanto como quisieran con todo el cargamento que les ha llegado.

Navidades en Francia

En Francia llega papá Noel, Le Père Noël y su ayudante Père Fouettard, temido por los niños porque es el juez que valora su comportamiento a lo largo del año y por tanto quien decide si merecen o no juguetes. ¡Pobres niños franceses si se han portado mal! Al igual que nosotros, los franceses se reúnen en Nochebuena para cenar pavo, animal que se come en muchos hogares de nuestro planeta Tierra, y como dulce, un tronco de Navidad conocido como la Buche de Noël.

Navidades en Italia

En Italia, la noche desconcertante, al menos para quien redacta este artículo, es la del 31. Se reúnen en familia y la cena son ¡LENTEJAS!, sí, habéis leído bien. Esa noche se cenan lentejas. Imagino que no dirán aquello de ‘’si quieres las comes y si no las dejas’’, que decimos en España porque allí se comen sí o sí. Además a los niños los visita la Befana, una bruja con una escoba que se puede ver incluso sobrevolando la bellísima Piazza Navona de Roma. ¡Pobres niños italianos, menudo susto, los escobazos de la Befana! Aunque a lo mejor no les pega, solo les deja los regalos. Son muy típicos, gigantescos, barrocos y tradicionales los belenes de Nápoles. Pocos saben que son importados de España, de cuando pertenecían a la corona de Aragón, Nápoles y Sicilia.

Navidades en Grecia y Alemania

En Grecia, los peques de la casa reciben los regalos el día 2 de enero, los reparte gustoso San Basilio y en Alemania lo hace el día 6 de diciembre San Nicolás, Santa Klaus. El santo recorre las casas y reparte caramelos, manzanas y nueces a los benjamines. Nochebuena, la noche del 24, es el momento de reunión de las familias y el día de la llegada de los juguetes para los niños, que los abren después del tañido de una campana.

Navidades en Reino Unido

En el Reino Unido las puertas de las casas se decoran con muérdago, acebo, pino, motivos navideños en general porque coros populares felicitan cantando la Navidad a sus vecinos con canciones típicas de esas fechas.

Diferencias dentro de España

Y, cómo no, nosotros, los españoles, con peculiaridades propias como el Tió en Cataluña o el Olenchero en el País Vasco, estamos unidos por algo que habréis echado en falta en este artículo ¡Los villancicos navideños y los turrones y mazapanes tan dulces y nuestros! Pase lo que pase, ojalá podáis todos y todas volver a casa por Navidad. Y si no os reunís en el mismo espacio, sí lo hagáis en el mismo tiempo a través de la tecnología ¡Os deseamos que los corazones se unan y las sonrisas no os falten!

Merce Carrió